“… incluso un hombre que habitualmente mostraba un comportamiento relativamente racional y actuaba con cierta gentileza, hablaba de esa manera de las mujeres, incluso de la mujer por la que tenía interés…”
Ahora entiendo el revuelo que ha
causado este libro, en pocas páginas logras una conexión y como mujer te
sientes identificada por lo menos una vez con la protagonista.
La autora logra deshilar desde la
perspectiva de un personaje ordinario, los baches con los que muchas de nosotras nos
hemos topado a lo largo de nuestra vida; a veces, son tan comunes que los
dejamos pasar sin que nos afecten, pero no dejan de ser agresiones.
En una historia corta lograron insertar mucho contenido, porque muchas veces las mujeres nos preguntamos ¿por qué seguimos siendo objeto de discriminación? Sé que este tema es muy delicado y que en las últimas décadas hemos alcanzado posiciones inimaginables, pero aún quedan esos vestigios que siguen lastimando.
Este libro fue escrito en el 2016, pero fue hasta el año pasado (2019) que fue impulsado: lo tradujeron a varios idiomas e hicieron la adaptación cinematográfica.
Hablemos de...
“La
peor justificación la escuchó del director de la facultad:
-Una mujer demasiado inteligente es una complicación para una empresa. ¡Mírate! ¿Te das cuenta de los complicada que eres?”
Nacida en
Corea del Sur y en el seno de una familia conservadora, Kim Ji-young comienza
su vida, que con una mirada superficial, podría calificarse de privilegiada.
Su padre,
un funcionario público retirado. Su madre una mujer dedicada a la familia y
siempre dispuesta a sacrificarse para darles una mejor vida.
La historia nos cuenta la vida de Kim Ji-young dividida en cinco capítulos: su niñez, los estudios, su etapa laboral, su matrimonio y la maternidad. En cada una, Kim Ji-young se topa con algún comentario, actitud, regla social o algún prejuicio que como mujer la limita.
Ahora, Kim Ji-young es una mujer de 34 años que se siente mermada. Y es necesario conocer su historia para entender la razón.
Conclusión:
Es un libro que nos muestra la realidad de las mujeres en
una Corea del Sur, que no es tan diferente a la de cualquier otro país.
El final me pareció tan bueno porque está lleno de ironía. Créanme que no se van a arrepentir, ojala se den la oportunidad de leerlo.
“… la veía cada vez más como una desconocida. Ya no era la misma mujer con quien había vivido dos años de apasionado noviazgo y otros tres de matrimonio, ni con la que había compartido conversaciones incontables, ni la madre de su hija. Por mucho que se esforzaba, no la veía de la misma manera.”
